Hay una epidemia de niños demasiado grandes en nuestra sociedad; hombres físicamente maduros, pero emocionalmente frágiles y débiles. Dondequiera que mires, ves al género masculino actuando como niñas patéticas.
Lo ves cuando un hombre adulto pone excusas lamentables, lo ves cuando un hombre adulto está increíblemente fuera de forma, y lo ves cuando un hombre adulto deja que su vida caiga en ruinas. Lo ves en todas partes.
¿Por qué? Quién sabe. Podría ser que las élites estén librando una guerra contra la masculinidad, podría ser nuestra educación y todos los químicos que imitan al estrógeno en nuestro entorno. Lo más probable es que sean todas estas cosas combinadas.
Pero no te preocupes. Hoy voy a enseñarte un poco sobre cómo dejar de ser una perra, usando un lenguaje bueno, aunque pasado de moda.
1.- Deja de dar excusas
Esta es, quizás, una de las formas más fáciles de saber lo que vale un hombre. ¿Crees que Alejandro el Grande puso una excusa cuando no pudo averiguar cómo ganar una batalla? No. Simplemente descubrió una manera de ganar la batalla.
¿Crees que Arnold Schwarzenegger puso excusas cuando estaba cansado y no tenía ganas de ir al gimnasio? No. Se levanto de la cama a las 5 de la mañana, se puso los pantalones cortos y se fue al gimnasio.
¿Quieres ser millonario? Haz el trabajo necesario para ser uno.
Aprende a crear un presupuesto, aprende a crear un negocio y aprende a invertir en el mercado de valores .
Lo que sea que quieras, es tuyo para que lo tomes, la vida te dará todo lo que quieras, solo tienes que pedirlo tratando de conseguirlo.
2.- Deja de pensar demasiado
Tantos problemas podrían solucionarse si los hombres aprendieran a dejar de preocuparse por estupideces que no importan. ¿Cuáles son algunas de las cosas que te han preocupado durante las últimas 24 horas, que literalmente ni siquiera importan tanto?
«¿qué piensa esta persona de mí?»
«¿qué pasa si ESTO pasa?»
«¿Qué pasa si me avergüenzo?»
¿Y si, y si, y si?
¿A quién le importa lo que otra persona piense de ti? Lo que importa es lo que tu piensas de ti, deja de vivir en el futuro y de preocuparte por todas estas cosas que podrían suceder.
Cuando un hombre se atasca en sus pensamientos, queda paralizado por la inacción, y todos sabemos que ser decisivo es una de las características más importantes de la masculinidad, si no puedes ser decisivo como hombre, básicamente eres una mujer en el cuerpo de un hombre.
La próxima vez que te encuentres con una decisión, simplemente decide qué es lo que tienes que hacer.
3.- Toma una ducha fría
Como he dicho antes, las duchas frías son una forma fenomenal de dejar de ser una perra. Aumentan la testosterona, mejoran el estado de alerta y te ayudan a desarrollar la disciplina que necesitas para tener éxito en la vida.
Las duchas frías te ayudarán a superar la ansiedad de acercamiento , porque te entrenan para actuar simplemente sin pensar; te entrenan para que te metas en la ducha, a pesar de que tu fastidiosa y perrita mente dice “¡No! ¡No lo hagas! »
Y no, cuando digo «ducha fría», no me refiero a «algo frío», . Me refiero a que este tan frío como puedas.
Siempre puedo sentir la diferencia de como mi energia sube con una ducha fría.
4.- Deja de quejarte
Lo juro, de todos los hábitos molestos del mundo, quejarse es el que más me molesta. Honestamente, ¿de qué sirve? ¿Qué crees que va a pasar si sigues quejándote? ¿Tu mami va a bajar del cielo y mejorar las cosas?
Cada vez que escucho a alguien quejarse, literalmente quiero golpearlo y decirle que se calle la boca, quejarse es para llorones y bebés, y los hombres no son una de esas cosas.
Honestamente, no soporto escuchar a los hombres quejarse de algunas de las cosas por las que se quejan hoy en día:
«Estoy cansado, wah wah».
«Tengo miedo de hablar con las chicas , boo hoo».
«No tengo la vida que quiero, ¿puede el gobierno ayudarme, por favor?»
¿Tienes alguna idea de lo difícil que fue para tus antepasados? Hace apenas unos cientos de años, tu tatara-tatara-tatarabuelo tuvo que correr por el bosque a temperaturas bajo cero, rastrear un ciervo, matarlo y llevarlo de regreso a su casa.
Si no estás satisfecho con tu vida, toma medidas para mejorarla. Una cosa que encontrarás con las personas de gran éxito (y las mujeres muy atractivas) es que las personas que se quejan las desaniman mucho .
Si te quejas de alguien que es un ganador, instantáneamente te categorizarán como un perdedor, es realmente así de simple. ¿Por qué? Porque los ganadores no se quejan, solo hacen que las cosas sucedan. Solo los perdedores se quejan.
5.- Deja de culpar a los demás
¿Sabes qué tipo de hombre culpa a otros por sus problemas? Un hombre demasiado débil y patético para tomar su vida en sus propias manos. En lugar de culpar a otras personas por tus propios problemas, arréglalos tú mismo.
¿Tu jefe no te da un aumento? Bien, entonces consigue uno o cambia de trabajo. ¿Tu novia está siendo una perra? Bien, entonces habla con ella o busca una chica que te trate mejor. Realmente no es tan difícil, solo tienes que dejar de culpar a los demás por tus problemas.
Cuando un hombre culpa a otras personas por sus propios problemas, es porque tiene un complejo de victima.
Cuando un hombre tiene un complejo de víctima, se ve a sí mismo como un patético bebé que es demasiado débil para cambiar algo por sí mismo. No seas así. No eres una víctima a menos que elijas serlo, no eres una perra a menos que elijas serlo.
Cuando culpas a los demás por tus problemas, inmediatamente pierdes el poder de cambiar las cosas de tus propias manos, cuando culpas a tu jefe por no darte un aumento, él se convierte en el controlador todopoderoso sobre si ganas más dinero o no.
En realidad, podrias optar fácilmente por dejar tu trabajo e ir a buscar otro, o mejor aún, iniciar un negocio en línea, pero solo puedes hacer estas cosas si dejas de culpar a los demás por tus problemas.
Todo lo que quieras en la vida se puede lograr si solo asumes la responsabilidad, simplemente decide hacer las cosas de cierta manera y toma medidas para hacerlas de esa manera, es así de simple, chicos.
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